Si estás planeando tu próxima aventura en Europa, no puedes dejar de incluir Dublín en tu lista. Conocida como la ciudad literaria y la cuna de grandes escritores, Dublín no solo es un destino cultural, sino también una ciudad vibrante llena de historia, arte y una energía única. En este post, te contamos qué ver en Dublín, desde monumentos icónicos hasta rincones secretos que harán que tu visita sea inolvidable. ¡Prepárate para sumergirte en todo lo que esta maravillosa ciudad tiene para ofrecer!

Dublín es una ciudad que combina a la perfección la tradición y la modernidad. Desde sus calles llenas de historia hasta sus vibrantes bares, pasando por los impresionantes parques y sus famosos museos, cada rincón de la ciudad tiene una historia que contar. Si eres amante de la literatura, Dublín será tu paraíso, con su rica herencia literaria que abarca desde James Joyce hasta Samuel Beckett. Pero la ciudad no solo ofrece cultura: sus rincones secretos, su deliciosa gastronomía y su ambiente acogedor te invitan a explorar sin prisas. En este post, te guiamos por lo mejor de la ciudad de los literatos y te ayudamos a descubrir qué ver en Dublín para aprovechar al máximo tu visita.
Tabla de contenidos:
Qué ver en Dublín. 10 paradas obligatorias.
Catedral de Saint Patrick.

La Catedral de Saint Patrick, la más grande de Irlanda, es un imprescindible si te preguntas qué ver en Dublín. Fundada en el siglo XII, esta imponente catedral gótica está dedicada a San Patricio, el santo patrón de Irlanda. Su arquitectura es impresionante, con altos techos, columnas góticas y hermosas vitrinas de colores que decoran sus paredes.
Un aspecto fascinante es su conexión literaria, ya que Jonathan Swift, autor de Los viajes de Gulliver, fue decano aquí en el siglo XVIII. Su tumba se encuentra dentro de la catedral, lo que la convierte en un lugar importante para los amantes de la literatura. En su interior también destaca el órgano monumental, uno de los más grandes y mejor conservados de Irlanda, que se puede escuchar en los conciertos que a menudo se celebran.
La Catedral de Saint Patrick no solo impresiona por su tamaño y arquitectura, sino también por los Jardines de Saint Patrick, un espacio verde donde puedes pasear y relajarte. El Centro de Visitantes ofrece una exposición interactiva sobre la historia de la catedral, su importancia en la cultura irlandesa y su influencia a lo largo de los siglos. Sin duda, un lugar clave para comprender la historia de Dublín y de Irlanda.
Christ Church Cathedral
La Christ Church Cathedral es otro de los lugares imprescindibles que ver en Dublín y una de las iglesias más antiguas de la ciudad. Fundada en el año 1030, esta catedral medieval tiene una historia fascinante que la convierte en un punto clave de la historia religiosa de Irlanda. Originalmente construida por los vikingos, ha sido remodelada y ampliada a lo largo de los siglos, combinando elementos góticos y normandos en su arquitectura. Su impresionante fachada, con una torre central que se alza majestuosamente, es solo el principio de lo que descubrirás en ella.

Al entrar, serás recibido por una atmósfera solemne, donde destacan sus detalles arquitectónicos, como los bellos arcos y las vitrinas de colores que adornan las paredes. El órgano de Christ Church es uno de los más antiguos y famosos de Irlanda, y su sonido resuena durante los conciertos y servicios que se celebran regularmente en la catedral.
Un aspecto interesante de esta catedral es su cripta, la más grande de Irlanda, que alberga una impresionante colección de artefactos históricos, desde vestimentas religiosas hasta objetos de la época medieval. La cripta también ha servido a lo largo de los siglos como lugar de almacenamiento para objetos de la iglesia y es un lugar fascinante para explorar.
Christ Church Cathedral también tiene una conexión con el Dublín medieval, ya que fue la sede de los arzobispos de Dublín durante siglos. En su interior, además de los elementos religiosos, también se encuentra un museo que narra la historia de la catedral y su papel en la vida de la ciudad a lo largo de los años.
Si te preguntas qué ver en Dublín, la Christ Church Cathedral es sin duda un punto clave que combina historia, arquitectura y arte.
El Castillo
El Castillo de Dublín es uno de los monumentos más representativos de la ciudad y una parada esencial si te preguntas qué ver en Dublín. Este imponente castillo, que data del siglo XIII, fue originalmente construido como una fortaleza normanda y desempeñó un papel clave en la historia de Irlanda, sirviendo como residencia de los virreyes ingleses durante siglos. A lo largo de los años, el castillo ha sido testigo de numerosos eventos históricos, incluyendo la firma de la independencia de Irlanda en 1921.

Hoy en día, el Castillo de Dublín es un complejo que alberga diversas instituciones gubernamentales y culturales. Su arquitectura combina elementos medievales con estructuras georgianas, lo que lo convierte en una mezcla fascinante de estilos. Al caminar por el castillo, podrás admirar sus impresionantes murallas, las torres defensivas, y los patios donde alguna vez se celebraron importantes ceremonias.
Uno de los aspectos más destacados del castillo es la Chapel Royal, una capilla con una rica decoración y una acústica impresionante, que a menudo alberga conciertos y eventos religiosos. Además, la Sala del Trono, un lugar histórico donde se celebraron ceremonias oficiales, te transportará al pasado y te dará una idea del esplendor que alguna vez tuvo el castillo.
Si te adentras más en el recinto, podrás explorar los Jardines del Castillo, un espacio tranquilo para pasear, y el Museo del Castillo, que ofrece exposiciones interactivas sobre la historia de este emblemático lugar y su evolución a lo largo de los siglos.
En resumen, el Castillo de Dublín es un lugar que no solo es impresionante en términos arquitectónicos, sino que también está profundamente vinculado a la historia de Irlanda. Si te preguntas qué ver en Dublín, este castillo es un punto clave para sumergirse en la rica herencia de la ciudad.
Temple Bar
Temple Bar es uno de los barrios más emblemáticos de Dublín y una de las principales zonas turísticas que no puedes perderte si te preguntas qué ver en Dublín. Conocido por su ambiente vibrante y su vida nocturna, Temple Bar es el corazón del ocio y la cultura en la ciudad. Sus calles empedradas están llenas de pubs tradicionales, bares de música en vivo, galerías de arte y restaurantes, creando un ambiente único que atrae tanto a locales como a turistas.

Además de ser famoso por su vida nocturna, Temple Bar es un lugar con mucha historia. En sus calles podrás encontrar edificios restaurados que datan de siglos pasados, con fachadas coloridas que contrastan con las modernas tiendas y cafés que se han instalado en la zona. El barrio también alberga algunas de las instituciones culturales más importantes de Dublín, como el Centro Cultural de Temple Bar, que ofrece una programación de arte contemporáneo, cine y música.
Uno de los lugares más icónicos de Temple Bar es el Temple Bar Pub, un pub tradicional que ha sido un referente en la ciudad durante años. Con su decoración típica, sus mesas de madera y su ambiente acogedor, este lugar es ideal para disfrutar de una pinta de Guinness o una Irish whiskey. Además, puedes disfrutar de la música en vivo, una característica típica de los pubs de esta zona.
Si te gusta la cultura, no olvides visitar el Mercado de Temple Bar (abierto los sábados), donde se venden productos locales, desde alimentos artesanales hasta artesanías. Es un excelente lugar para llevarte un recuerdo único de la ciudad.
En resumen, Temple Bar es el lugar perfecto para sumergirse en el verdadero espíritu de Dublín, con su mezcla de historia, cultura, música y vida nocturna. Si te preguntas qué ver en Dublín, este barrio ofrece una experiencia completa que refleja la esencia de la ciudad.
Puente O’Conell

El Puente O’Connell es uno de los puntos más representativos de Dublín y una parada esencial si te preguntas qué ver en Dublín. Inaugurado en 1794, este puente histórico, originalmente conocido como Carlisle Bridge, fue diseñado por el arquitecto James Gandon. En 1882, fue rebautizado en honor a Daniel O’Connell, un destacado líder nacionalista irlandés, y hoy su estatua se alza en el extremo norte del puente.
Una de las características más sorprendentes es su diseño único. Es uno de los pocos puentes en Europa cuya anchura (50 metros) es mayor que su longitud (45 metros), lo que le da una forma casi cuadrada. Construido con granito y piedra de Portland, el puente destaca por su solidez y belleza, convirtiéndolo en un icono arquitectónico de la ciudad. Las lámparas de hierro fundido, restauradas en 2004, añaden un toque clásico y romántico a su estructura, lo que lo convierte en un lugar perfecto para hacer una pausa y disfrutar del paisaje urbano.
El Puente O’Connell conecta el norte de Dublín, a través de O’Connell Street, con el sur de la ciudad, donde se encuentran zonas comerciales y culturales clave, como Westmoreland Street y D’Olier Street. Además de ser un puente de tránsito, es un punto de encuentro importante para locales y turistas. A lo largo de los años, ha sido escenario de varios eventos históricos, y su imagen ha quedado inmortalizada en diversas fotos, siendo una de las más famosas la de Arthur Fields, «El hombre del puente», que capturó la vida cotidiana de Dublín entre las décadas de 1930 y 1980.
Si te preguntas qué ver en Dublín, el Puente O’Connell no solo te llevará de un lado a otro de la ciudad, sino que también te sumergirá en la historia y la vida de Dublín, convirtiéndolo en una parada obligatoria en tu recorrido.
Estatua Molly Malone
La Estatua de Molly Malone es uno de los monumentos más emblemáticos de Dublín y una parada imprescindible si te preguntas qué ver en Dublín. Esta escultura de bronce, obra de la artista Jeanne Rynhart, fue inaugurada en 1988 durante las celebraciones del milenio de la ciudad. Representa a Molly Malone, una pescadera ficticia que, según la famosa canción irlandesa «Cockles and Mussels», recorría las calles de Dublín vendiendo mariscos. Aunque no hay evidencia histórica de que Molly haya existido realmente, su figura se ha convertido en un símbolo irlandés y su canción es considerada un himno no oficial de Dublín.

La estatua, que originalmente estaba situada al final de Grafton Street, fue trasladada en 2014 a Suffolk Street, frente a la Oficina de Información y Turismo, debido a la construcción de la línea de tranvía Luas. Hoy en día, es un lugar muy popular entre turistas y locales, y es un excelente punto para hacer una foto mientras disfrutas del ambiente animado de la ciudad.
La Estatua de Molly Malone es un testimonio de la vida en Dublín durante los siglos pasados, y aunque su existencia es incierta, la leyenda que rodea su figura ha perdurado por generaciones. En la canción, se narra que Molly Malone murió de fiebre mientras seguía vendiendo mariscos por las calles. Con el paso de los años, su figura ha sido adoptada como un símbolo de la ciudad, representando la perseverancia y el espíritu del pueblo irlandés.
Si te preguntas qué ver en Dublín, no puedes dejar de visitar esta estatua, que no solo es un importante punto de interés turístico, sino también un lugar cargado de historia y cultura. Cada día, turistas y artistas callejeros se reúnen a su alrededor, creando un ambiente único. Además, si te acercas a la estatua, podrás escuchar la melodía de la canción que la inmortalizó. Sin duda, un lugar perfecto para sumergirse en el espíritu de Dublín.
Grafton Street
Grafton Street es una de las calles más famosas de Dublín y un lugar imprescindible si te preguntas qué ver en Dublín. Esta vibrante arteria comercial conecta el Trinity College con St. Stephen’s Green, y es conocida por su ambiente animado, sus tiendas de lujo, boutiques de moda, y cafeterías con encanto. Es uno de los destinos más populares para los turistas y también un lugar frecuentado por los dublineses, quienes disfrutan de sus numerosas opciones de compras, entretenimiento y gastronomía.

La calle está llena de músicos y artistas callejeros que crean una atmósfera única, especialmente durante los fines de semana y en la época navideña, cuando el ambiente se vuelve aún más festivo. Entre las tiendas, podrás encontrar desde grandes marcas internacionales hasta pequeños comercios locales que venden productos artesanales y recuerdos de la ciudad. Además, los teatros y pubs que bordean Grafton Street hacen que siempre haya algo que ver o hacer, día o noche.
En cuanto a la historia, Grafton Street tiene un aire clásico de Dublín, con edificios victorianos que se alinean a lo largo de la calle, lo que la convierte en un lugar perfecto para pasear y disfrutar de la arquitectura local. Entre sus rincones más destacados está el Pavilion Theatre, un importante lugar de espectáculos en vivo, y el Stephen’s Green Shopping Centre, un centro comercial que se ha convertido en un referente en la zona.
Si te preguntas qué ver en Dublín, Grafton Street es sin duda un lugar que refleja el alma vibrante de la ciudad, un punto de encuentro perfecto para pasear, hacer compras, disfrutar de la música en vivo o simplemente relajarte en uno de sus cafés mientras ves el ajetreo de la ciudad.
Trinity College
Trinity College es uno de los puntos más emblemáticos de Dublín y una visita esencial si te preguntas qué ver en Dublín. Fundada en 1592, es la universidad más antigua de Irlanda y uno de los centros educativos más prestigiosos del mundo. Situada en el corazón de la ciudad, en un amplio campus rodeado de impresionantes edificios georgianos, Trinity College es una joya arquitectónica que combina tradición académica con historia.

Uno de los principales atractivos del Trinity College es la famosa Biblioteca de Trinity College, hogar del Libro de Kells, uno de los manuscritos medievales más importantes y mejor conservados. Este libro, decorado con hermosos detalles iluminados, es una obra maestra del arte celta y una de las piezas más valiosas de Irlanda. La biblioteca en sí es un lugar impresionante, con su gran sala Long Room, cuyos estantes repletos de libros antiguos crean una atmósfera única que transporta a los visitantes a otro tiempo.
Además del Libro de Kells, el Trinity College alberga una gran cantidad de colecciones históricas y científicas. El campus está lleno de hermosos jardines y plazas donde los estudiantes y visitantes disfrutan de un entorno tranquilo en medio del bullicio de la ciudad.
Si te preguntas qué ver en Dublín, no puedes perderte una visita a Trinity College, tanto por su importancia histórica como por la belleza de sus edificios y su relevancia cultural. Pasear por sus terrenos, admirar su arquitectura y explorar su biblioteca es una experiencia que te conecta directamente con la rica herencia académica y cultural de Irlanda. Si quieres conocer más, puedes adquirir la entrada en el siguiente enlace.
Museo Nacional de Irlanda
El Museo Nacional de Irlanda es una de las instituciones culturales más importantes de Dublín y una parada imprescindible si te preguntas qué ver en Dublín. Con varias sedes en la ciudad, cada una centrada en diferentes aspectos de la historia irlandesa, este museo ofrece una experiencia enriquecedora tanto para los amantes de la historia como para los curiosos de la cultura local.

Una de las sedes más destacadas es el Museo Nacional de Arqueología, ubicado en Kildare Street. Aquí, puedes admirar una impresionante colección de artefactos que abarcan desde el 7000 a.C. hasta la Edad Media. Entre sus exposiciones más famosas están el Tesoro de Ardagh, que incluye el Cáliz de Ardagh, una de las piezas más exquisitas del arte irlandés, y el Campanario de San Patricio, una campana del siglo V. También se destacan los restos humanos de los cuerpos de la turbera, excepcionales por su conservación, que ofrecen una visión única de las prácticas funerarias en la Edad de Hierro.
El Museo Nacional de Historia Natural, conocido popularmente como el «Dead Zoo», se encuentra en Merrion Street. Esta sede alberga una fascinante colección de especímenes naturales, como mamíferos, aves y reptiles. Su ambiente victoriano y la disposición clásica de las exhibiciones brindan una experiencia única que te transportará a otra época.
Si estás interesado en la historia social y militar de Irlanda, no puedes dejar de visitar el Museo Nacional de Artes Decorativas e Historia, en Collins Barracks. En este antiguo cuartel militar, se exhiben objetos que ilustran la vida cotidiana, los uniformes militares, la historia doméstica y mucho más.
La entrada a todas las sedes del Museo Nacional de Irlanda es gratuita, lo que te permite explorar la rica historia y cultura del país sin ningún coste adicional. Si te preguntas qué ver en Dublín, el Museo Nacional de Irlanda es un lugar esencial para comprender la historia profunda y multifacética de Irlanda.
Iglesia de Santa Ana
La Iglesia de Santa Ana (St. Ann’s Church) es una de las iglesias más emblemáticas que ver en Dublín, ideal para quienes buscan un lugar de paz y tradición en el centro de la ciudad. Situada en Dawson Street, es un excelente ejemplo de la arquitectura georgiana, construida en 1720 por el arquitecto Isaac Wills. Su fachada de estilo neorrománico fue añadida en 1868 por los arquitectos Thomas Newenham Deane y su padre, lo que le da un toque distintivo. El interior de la iglesia conserva detalles originales, como el altar mayor y los bancos de madera oscura, contrastando con las paredes pintadas de un suave color amarillo. Además, alberga algunas de las vidrieras victorianas más antiguas de Dublín.

Uno de los aspectos más interesantes de la Iglesia de Santa Ana es la tradición del “Bread Shelf” (estante de pan), una iniciativa benéfica que comenzó en 1723 con una donación de Lord Newton. Esta tradición sigue viva hoy en día, con la iglesia donando 120 panes semanales a los más necesitados, una práctica que ha perdurado durante casi 300 años.
Si te preguntas qué ver en Dublín, no puedes perderte esta iglesia histórica. Está abierta al público de lunes a viernes de 10:00 a 14:00 horas y la entrada es gratuita. También organiza conciertos y eventos culturales, siendo uno de los más populares el recital de música de cámara los jueves a las 13:20.
La Iglesia de Santa Ana se encuentra muy cerca de otros puntos de interés como Grafton Street y St. Stephen’s Green, por lo que es fácil incluirla en tu recorrido por la ciudad. Si buscas un lugar de calma, historia y generosidad en el corazón de Dublín, esta iglesia es una parada imprescindible.
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