Situada 30 km al este de Zamora, el pueblo de Toro cuenta con cerca de 9.000 habitantes, siendo uno de los conjuntos históricos más importantes de la zona. Recorrer sus calles te transportará a las diferentes épocas que vivieron sus ciudadanos, ya que son el fiel reflejo de la historia que esconde no solo la provincia, sino nuestro país.
La provincia de Zamora cuenta con una de las localidades de mayor historia de Castilla y León, así como de una tradición viticultora de más de 700 años. Descubre con DareMapp qué ver en Toro, villa con su propia D.O. vinícola y una gran historia que contar.
Te proponemos un recorrido por el pueblo muy sencillo, en el que disfrutarás de los puntos más importantes, sin agobios y con total adaptabilidad a tu disponibilidad horaria. La visita está pensada para realizar en 1 día, pero si permaneces más tiempo en Toro, puedes aprovechar a disfrutarla con más calma.
¿Estás preparado?
Toro, ubicada en la provincia de Zamora, es una ciudad con una rica historia y un profundo legado cultural que atrae a numerosos visitantes cada año. Si te preguntas qué ver en Toro, un recorrido por su historia desde sus orígenes hasta la actualidad te revelará la importancia y el encanto de esta ciudad.
Orígenes Prehistóricos y Romanos: La historia de Toro se remonta a la prehistoria, como lo demuestran los restos arqueológicos encontrados en la zona. Sin embargo, fue durante la época romana cuando Toro comenzó a cobrar mayor importancia, gracias a su posición estratégica cerca del río Duero. Los romanos utilizaron esta ubicación como un punto militar y comercial, lo cual sentó las bases para su desarrollo futuro.
Edad Media – El esplendor de Toro: Durante la Edad Media, Toro se convirtió en una ciudad de gran relevancia política y económica. En el siglo XI, se convirtió en sede de la corte de los Reyes de León, lo que le otorgó un gran prestigio. Durante este tiempo, se fortificó la ciudad y se construyeron importantes edificaciones, como parte de su famosa muralla y la Colegiata de Santa María la Mayor, que aún hoy día es uno de los principales monumentos que ver en Toro.
El famoso Tratado de Toro de 1505, firmado entre los Reyes Católicos y el rey de Portugal, es otro evento significativo de esta época, sellando la paz entre ambos reinos mediante acuerdos matrimoniales. Este tratado es un punto de referencia histórico que aún resuena en la identidad de la ciudad.
Siglos XVI-XVIII – Desarrollo y Declive: Durante los siglos XVI y XVII, Toro experimentó un desarrollo en la viticultura, con la producción de vinos que son hoy uno de sus mayores atractivos. Sin embargo, como muchas otras ciudades castellanas, Toro enfrentó un declive económico y demográfico en el siglo XVIII que afectó su desarrollo urbano.
Siglo XX hasta hoy: En el siglo XX, especialmente en las últimas décadas, Toro ha visto un renacimiento, en gran parte gracias al resurgimiento de su industria vinícola. Los vinos de Toro han ganado reconocimiento internacional, lo que ha llevado a un renuevo del interés turístico y económico en la ciudad. Además, el patrimonio arquitectónico y cultural de Toro se ha valorizado y conservado mejor, haciendo de la ciudad un vibrante centro de historia y cultura en la región.
Hoy en día, cuando exploras qué ver en Toro, encuentras una mezcla encantadora de historia, arte, y naturaleza, junto con la modernidad de sus bodegas de vino y festivales culturales. Desde sus monumentos históricos como la Colegiata de Santa María la Mayor, hasta sus paisajes ribereños del Duero y sus bodegas, Toro ofrece un vistazo único al pasado y un pie firme en un presente dinámico.
Te presentamos al Verraco, una figura descubierta en el siglo X por los repobladores cristianos. Su forma y composición corresponden al periodo Vetón (siglo IV a.C.), así que esta figura representa la primera prueba del asentamiento Vacceo conocido como “La Arbocala”. Este hallazgo es fascinante no solo por su antigüedad sino también por lo que revela sobre las culturas pre-romanas en la región. Este verraco de piedra es un testimonio de la rica historia y de las raíces profundas que Toro posee, siendo un punto de interés clave para los historiadores y visitantes interesados en el pasado celta de España.
Junto a esta impresionante composición de piedra, podemos encontrar uno de los mayores atractivos que ver en Toro: su Fortaleza Medieval. Esta robusta estructura data de la Edad Media y fue clave en la defensa de la ciudad durante numerosos conflictos. La fortaleza está situada en una posición estratégica, ofreciendo vistas panorámicas del río Duero y los alrededores, lo cual hacía de Toro un punto militar de gran importancia. Hoy en día, la fortaleza no solo atrae a visitantes por su importancia histórica, sino también por su impresionante arquitectura y la vista que ofrece del paisaje toresano.
Explorar el Verraco junto a la Fortaleza Medieval proporciona una ventana única al pasado antiguo y medieval de Toro, haciendo de estos sitios dos de los elementos imprescindibles que ver en Toro. Ambos lugares son perfectos ejemplos de cómo la historia y la arquitectura se entrelazan en esta ciudad, ofreciendo a los visitantes una experiencia cultural profunda y enriquecedora. Si te interesa la historia antigua y medieval, no dudes en añadir estos puntos a tu lista de qué ver en Toro.
Si observas su estructura, no tendrás dudas de la época en la que se creó. Con ese marcado estilo medieval, su origen exacto es incierto, pero pertenece a la época de los musulmanes en la península. Se considera que existía una fortaleza musulmana, y que tras la reconquista cristiana, en el siglo IX, de la mano del rey Alfonso III de Asturias.
En el año 899 se comenzó la repoblación de la ciudad de Toro de la mano del infante don García. Las gentes provenían de distintas localidades, y fue en esta época donde se reconstruyó el Castillo de Toro, así como el recinto amurallado. La ciudad estaba concebida en una posición estratégica de defensa, como se hacía en esa época. Una maravilla antigua digna que ver en Toro.
Antes de avanzar a la siguiente ubicación que ver en Toro, te recomiendo rodear el Castillo y disfrutar del Mirador. Desde este punto estratégico, puedes disfrutar de una de las mejores vistas de las arribes del Duero a su paso por la localidad, así como del Puente Mayor. Este mirador ofrece una perspectiva panorámica espectacular que captura la esencia del paisaje ribereño de Toro y su entorno natural.
Mientras te deleitas con la vista, podrás apreciar el majestuoso curso del río Duero, un elemento vital que ha moldeado tanto la geografía como la historia de Toro. Las arribes, con sus pronunciados cañones y laderas escarpadas, son especialmente impresionantes y ofrecen un escenario natural dramático que complementa la robustez del Castillo, un lugar imprescindible que ver en Toro.
El Puente Mayor, visible desde el mirador, es otra joya arquitectónica que no te puedes perder. Este puente no solo ha sido un enlace crucial para la ciudad a lo largo de los siglos, sino que también es un testamento del ingenio medieval en ingeniería y construcción. Observar el puente desde esta altura permite apreciar su estructura y entender su importancia en la conexión y desarrollo de Toro.
Este mirador no solo es un lugar ideal para tomar fotografías impresionantes, sino que también te permite hacer una pausa y absorber la tranquilidad y belleza del paisaje que rodea a Toro. Sin duda, este es uno de los puntos más relajantes y visuales que ver en Toro, perfecto para aquellos que buscan conectar con la naturaleza y la historia de la región.
Existen numerosas construcciones de origen eclesiástico e histórico que ver en Toro. Estas edificaciones, creadas en distintas épocas, son el fiel reflejo de las etapas artísticas que se han ido desarrollando en España.
La Colegiata de Santa María la Mayor, una joya del románico en Toro, fue edificada entre los siglos XII y XIII. Inspirada en la Catedral de Zamora, cuenta con numerosos elementos característicos del Románico de la época, como el cimborrio leonés, que es una de las características más distintivas y admiradas en este estilo arquitectónico. Este cimborrio no solo aporta una belleza estructural, sino que también permite que la luz natural se filtre de manera espectacular dentro del edificio, creando un ambiente espiritual y acogedor que ver en Toro.
La Catedral Vieja de Salamanca es otra magnífica construcción que comparte inspiración con la Catedral de Zamora, destacando también por su impresionante cimborrio y sus elementos románicos. Ambas catedrales son ejemplos destacados de la influencia y el legado del Románico en Castilla y León, y visitarlas proporciona una visión clara del desarrollo arquitectónico y artístico durante la Edad Media en España.
Explorar la Colegiata en Toro te permite sumergirte en la historia y el arte del Románico, ofreciendo una experiencia enriquecedora para todos aquellos interesados en la arquitectura medieval. Cada rincón de este monumento está lleno de detalles que narran historias del pasado, haciendo de ella un sitio esencial que ver en Toro. Si te interesa profundizar más en el románico de Castilla y León y descubrir las conexiones entre estos monumentos históricos, la Catedral Vieja de Salamanca es definitivamente otro punto que no te puedes perder.
En la parte posterior de la Colegiata también podrás disfrutar de otra de las mejores panorámicas que ver en Toro: el Mirador de la Vega.
¿Sabes qué otra Catedral de Castilla y León está inspirada en la de Zamora? La Catedral Vieja de Salamanca. Si quieres conocer más sobre el monumento salmantino, pincha aquí.
Fundada en 1163, vivió una historia convulsa. En 1794 fue declarada en ruinas. Se llegó a reconstruir en dos ocasiones, pero actualmente solo se conserva el tramo inferior de la torre de la construcción medieval que ver en Toro que no puede faltar en tu lista.
Su construcción, como verás, es completamente distinta a la colegiata anterior. Se trata de una iglesia de estilo Románico-Mudéjar, que perteneció a la Orden de los Templarios. Tras su extinción, se acabó convirtiendo en parroquia.
En la actualidad alberga en su interior numerosas piezas de las parroquias cercanas, convirtiéndolo en un Museo de imágenes y piezas Medievales (uno de los principales museos que ver en Toro)
Te recomendamos que visites el interior del Museo, donde encontrarás obras procedentes de distintas iglesias, no solo abandonadas, lo que lo convierte en un obligatorio que ver en Toro.
Este es uno de los lugares ineludibles que ver en Toro. El Monasterio pertenece a las hermanas dominicas contemplativas, y en el interior encontramos el Museo de Arte Sacro. Se trata de una colección de sargas policromadas con estampas de la Pasión de Cristo.
Fundado en 1307 por Teresa Gil, contó con dos miembros de la realeza en el siglo XV, Beatriz de Portugal y Leonor Sánchez. Estas dos mujeres convivieron en el monasterio, y sus restos yacen en el Coro de la Iglesia, junto a los de la fundadora.
Cabe destacar el sepulcro de la reina Beatriz de Portugal. En el frontal de dicho sepulcro aparece la escena del Calvario de Cristo. Visita el Museo del Monasterio para disfrutar de esta y de otras obras similares.
Desde la Plaza de la Colegiata hacia la Plaza Mayor encontrarás esta calle. Posee numerosos edificios con un aspecto tradicional, construidos en ladrillo. Las calles de la localidad no han perdido el encanto de la época medieval, y esta calle es el vivo reflejo de la historia que se ha vivido.
El punto central de la localidad muestra otra etapa diferente de su historia. Observa la Casa Consistorial (que es como se llama a los Ayuntamientos en muchas localidades). Data del año 1788, época en la que la comarca se encontraba en decadencia. La derrota en Villalar marcó una época convulsa en la que se retornó a las actividades tradicionales. Una de ellas destaca por su importancia, siendo uno de los mayores atractivos que ver en Toro: la viticultura.
Los viñedos ya comenzaron a desarrollarse desde el siglo XIII, pero fue en esta época donde supusieron un sustento económico más importante a la localidad. Aquellos inicios son los que hoy constituyen a esta zona como una Denominación de Origen del vino tinto. Gran enclave cultural e histórivo que ver en Toro
Continuando la Calle Mayor hacia arriba, encontramos esta construcción. Creada en 1719, se cree que la diseñó Joaquín Churriguera. Formaba parte del primer recinto amurallado de la ciudad, y representaba una de las entradas a la misma: La Puerta del Mercado (s XV).
En su parte media superior cuenta con una capilla, en la que anteriormente se encontraba la veneración a la Virgen de las Nieves (trasladada a la Iglesia del Santo Sepulcro), y donde ahora encontramos una imagen del Sagrado Corazón de Jesús.
La Arco del Reloj fue construida utilizando vino tinto para fabricar la argamasa de su estructura. Esto demuestra la importancia histórica de la viticultura en la localidad.
Leyenda popular
Construido en 1828, se trata de uno de los cosos taurinos más antiguos de nuestro país.
Se mantuvo abandonada durante muchos años, hasta que a inicios del actual siglo, al Ayuntamiento la adquirió para restaurarla y conseguir convertirla en un bien de interés cultural. La restauración terminó en 2012, y se caracteriza por mantener toda la estructura y elementos originales: madera y adobe fundamentalmente.
Esta Plaza de Toros pertenece a la Unión de Plazas Históricas de España
Tras recorrer todo el pueblo, ahora te toca alejarte un poco para uno de los últimos pasos. Si te asomaste a los dos miradores anteriores, observarías un puente único y con infinidad de peculiaridades. Su creación data de la etapa romana de la ciudad (con el asentamiento vacceo, ¿lo recuerdas?). Se cree que servía para unir el campamento romano de Villalazán con la ciudad de Arbucala.
Si te fijas, el puente tiene varios aspectos característicos. El primero es que discurre en paralelo al río Duero. Se cree que se debe a que en aquella época, el río circulaba en otra dirección debido al meandro de la zona.
Sin embargo, lo más característico son sus arcos apuntados. Te invitamos a contarlos, ya que varios fueron volados el 2 de julio de 1812, en la guerra de la Independencia Española, con el fin de evitar el paso de las tropas del general Wellington.
Recorrer las bodegas y degustar sus famosos vinos tintos es un atractivo que ver en Toro. Dentro de la localidad se encuentran varias bodegas donde se puede disfrutar del enoturismo, pero a continuación te dejamos una de ellas que tienes que ver en Toro.
Como bien leíste antes, Toro siempre se ha caracterizado por su tradición viticultora, y más aún con la Denominación de Origen Protegida que poseen. Sus vinos tintos son de los más valorados, no solo a nivel regional. Si recorres el pueblo encontrarás varias bodegas, en las que te recomendamos que pares (si tienes la oportunidad) y degustes sus mejores cosechas.
Pero nuestra última recomendación es el Museo del vino de Pagos de Rey, en la vecina localidad de Morales de Toro. Aunque necesitas usar el coche para visitarlo, se encuentra a escasos minutos y su paso por la historia merece la pena.
Esperamos que esta guía para saber qué ver en Toro te haya sido de utilidad. Si quieres descubrir esta y otras experiencias similares, descarga nuestra app de forma gratuita y comienza a recorrer el mundo.
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